Canalizar es un recurso natural que todos tenemos al nacer, y que muchos no sabemos o hemos olvidado que tenemos, dado que bloqueamos la información que recibimos por diversos motivos o lo vamos perdiendo con el paso del tiempo. Los niños canalizan una manera natural y a menudo hacen de transmisores de mensajes de energías que provienen de otro plano de existencia.
Aunque esta información ha sido desde siempre facilitada por los médiums que canalizan en estado meditativo y se conectan con el mundo invisible, aunque no seamos conscientes de ello, todos somos canales en varios grados de una fuerza superior que se manifiesta y se expresa en esta dimensión, y por tanto no necesitamos que las respuestas vengan de fuera de nosotros mismos. A través de la canalización energética todos podemos conectar con una fuente de información universal o hacer de transmisores de mensajes procedentes de la otra dimensión de la existencia.
Podemos recibir mensajes de energías y seres de luz, de maestros y guías espirituales o seres de estas otras dimensiones. Se trata de abrir un canal a otra frecuencia, como cuando sintonizamos con una emisora de televisión o de radio. El canalizador cambia su frecuencia de vibración energética y establece contacto con los seres que ya no se encuentran en nuestro plan de existencia, ya sean entidades de vibración elevada o de más baja frecuencia. Se produce así una conversación con estos seres que nos aportan claridad o nos ofrecen diferentes informaciones para solucionar y sanar nuestros problemas, ayudando así a avanzar en nuestro camino espiritual. Estas percepciones pueden ser en forma de pensamientos, de voces, de señales, de imágenes, también de recuerdos y conversaciones con extraños, de palabras habladas o escritas, de sonidos, de sensaciones corporales, de música, de arte, de sanación o de cualquier otro conocimiento que el canalizador debe saber descodificar.
Hay muchos diferentes tipos de canalizaciones, están las canalizaciones visuales y las auditivas. Hay personas que entran en un estado de tránsito meditativo o canalizan mensajes a través de los sueños y otros hacen una canalización psicográfica, que es el proceso de escritura en el que no interviene la conciencia humana y por tanto, el canalizador no interfiere en el proceso, lo que se conoce como escritura automática.
Pero todos tenemos innata esta capacidad de acceder por nosotros mismos a otros planos de información energética, que sería lo mismo que recibir lo que se conoce desde siempre como inspiración, aquella información que llega de las diferentes dimensiones que se encuentran más allá de nuestra realidad física.
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