Joseph Campbell, Las máscaras de Dios.

(…)la mitología es una verificación y validación de lo bien conocido como monstruoso. Se concibe, finalmente, no como una referencia bien a la historia o a la textura del mundo analizada por la ciencia, sino como una epifanía de la monstruosidad y maravilla de éstas,  de forma que ellas, y por tanto nosotros, puedan experimentarse…

J.J. Benítez, Caballo de Troya 4.

Y yo, derrotada, supe que todo había terminado…sin empezar. Pero, a pesar de mi dolor, he sido afortunada…-Y el celeste de su mirada se sublimó. Y la verdad habló por ella.-:…Yo, Rebeca, hija de Ezra, he amado al Hombre más grande de la Tierra.  Observando a tan espléndida y castigada mujer recordé una afortunada frase…

Heinrich Zimmer, El rey y el cadáver.

Cambiemos nuestra naturaleza y habitaremos un mundo renovado. Ya se esté reinando majestuosamente en una sala espléndida, o torturado en medio de los fantasmas y cadáveres del pasado, o en comunión con los poderes supremos de la existencia, jamás se da un paso más allá de los límites de la propia circunferencia. Este mundo y…

Henryk Skolimowski, La mente participativa.

Los símbolos divinos en las diferentes religiones no surgieron de la vanidad del hombre o de su irracionalidad; fueron creados como actores esenciales en el drama cósmico del devenir. ¿Qué puede hacer una ecuación frente a una imagen divina? Los símbolos científicos son pálidas sombras en comparación con la extraordinaria riqueza de las realidades que…

James Hillman, El pensamiento del corazón.

El deseo se hace indestinguible de su objeto. Estoy unido a lo que me quema; estoy ungido con la grasa de mi propio deseo, soy prisionero de mi propio entusiasmo, y por tanto estoy exiliado de mi propio corazón cuando creo que más me pertenece. Perdemos el alma justo cuando la descubrimos. James Hillman, El…