Y yo, derrotada, supe que todo había terminado...sin empezar. Pero, a pesar de mi dolor, he sido afortunada...-Y el celeste de su mirada se sublimó. Y la verdad habló por ella.-:...Yo, Rebeca, hija de Ezra, he amado al Hombre más grande de la Tierra. Observando a tan espléndida y castigada mujer recordé una afortunada frase de Schiller: "Solamente conoce el amor quien ama sin esperanza.
- Heinrich Zimmer, El rey y el cadáver.
- Joseph Campbell, Las máscaras de Dios.