Música: The Magdalene Frequency, Alana Fairchild
Cada vez hay más personas sensitivas que pueden llegar a sentir la presencia de un ser etéreo que las acompaña, que por medio de comunicaciones a nivel inconsciente las va guiando hasta encontrar a su parte humana como persona encarnada en la Tierra.
Se trata de dos energías que forman parte de un solo Ser Superior que existe en un mayor nivel de conciencia, encarnadas en la materia con dos polaridades, una polaridad masculina y una polaridad femenina. Pueden ser aquellas almas en las últimas fases de su encarnación terrestre, o almas voluntarias que provienen de otras realidades o dimensiones, las llamadas Semillas Estelares.
La intensa conexión entre las Almas Flama es única, y nos lleva a recordar nuestro origen en las dimensiones superiores. Debido al actual proceso de ascensión del planeta, actualmente algunas de estas almas reanudan el contacto encontrándose encarnadas en la Tierra, aunque su dinámica consiste en que una de las almas encarna en la Tierra y la otra la puede ir guiando desde otros planos de conciencia.
Este encuentro es un pacto establecido entre las dos almas antes de nacer en la Tierra, que consiste en avanzar juntas y mantenerse en contacto, y esto es posible porque aunque en esta encarnación hayan tomado un cuerpo denso, por el hecho de ser multidimensionales siguen unidas energéticamente.
Tras la conexión se inicia un difícil proceso de evolución espiritual en el que ambas contrapartes actúan como espejo una de la otra, para poder hacer evidentes todos sus miedos inconscientes, sus límites y creencias erróneas debidos a menudo a los traumas de la infancia, y que supone un largo y agotador aprendizaje, dado que se despiertan todos los miedos para ir siendo conscientes de todas las creencias limitantes para poder ser sanadas, lo que permite acabar convirtiéndose cada uno de ellos en su yo más auténtico.
Suelen ser procesos largos de casi 10 o incluso más años, en los que se van pasando por diversas etapas para despertar los dones espirituales, madurar e ir dejando atrás los razonamientos, las emociones y las limitaciones del ego, en un dificultoso proceso de mostrarse un alma a la otra las respectivas heridas no resueltas para poder llegar a trascenderlas y sanarlas, y si a la larga ambas consiguen elevar su vibración se puede llegar a dar la fusión de las dos energías pudiendo afectar a todos aquellos que las rodean.
Existen distintos tipos de pactos a nivel de alma. Estas almas, que suelen encontrarse en el mismo nivel evolutivo, pueden tener como objetivo reencontrarse para ayudarse a sanar sus karmas de vidas pasadas, ayudarse en su despertar espiritual, o a elevar su vibración a través del amor incondicional para ascender de la tercera a la quinta dimensión y que sea su última encarnación en la Tierra.
Al reencontrarse en el plano físico y gracias a su trabajo interior, activan la conexión con su Ser Superior -que suele ser el mismo para las dos almas encarnadas- pudiendo llegar a fusionar sus dos energías, y por medio de una misión conjunta de sanación espiritual llevar el amor incondicional al plano físico, ayudando a la humanidad a dar el salto evolutivo para permitir la ascención vibracional del planeta.