Así son los mitos (...) anulan la complejidad de los actos humanos, les confieren la sencillez de las esencias (...), establecen una gozosa claridad:las cosas adquieren significado por sí mismas.
Las grandes alturas amplían el campo visual: la vista desde la cumbre otorga poder, pero, por otra parte, también anula. La propia identidad se ve reforzada por el mayor alcance de la visión, y al mismo tiempo se siente atacada..., amenazada de insignificancia por las grandiosas panorámicas de tiempo y espacio que se nos abren desde la cumbre de una montaña. (...) He aquí la paradoja humana respecto a la altitud: que exalta la mente individual y, al mismo tiempo, la anula. Quienes van a las cumbres de las montañas están enamorados, por una parte de sí mismos, y por otra, de la pérdida de identidad. Las montañas de la Mente, Robert Macfarlane.